Su labor primordial es la administración financiera de una institución, pero ahora enfrentan expectativas para asumir roles de estratega.

La administración financiera y contabilidad de una empresa han sido por años los dominios de los gerentes de finanzas. A lo anterior se suma que cada negocio le imprime a este cargo una serie de matices.

No obstante, el paso del tiempo ha dado cuenta de la tendencia que a estos ejecutivos actualmente también se les pide asumir un rol importante en la planificación estratégica de una institución. Este cambio incluso también ha implicado que estos profesionales adopten, dentro de sus funciones, una visión más comercial.

La senda de los CFO

Para contratar un nuevo CFO (Chief financial officer, en inglés) ha sido y es clave que el candidato elegido posea experiencia en finanzas corporativas, pero recientemente también se valoran factores como si conoce la estructura de propiedad de una compañía.

Una ruta menos usual, aunque cada vez más común, es que un CFO no provenga de un área de finanzas, sino que tengan experiencia como consultor o en la banca de inversiones. Si bien una decisión de este tipo está sujeta, por ejemplo, a que la empresa goce de una posición comercial sólida, puede posicionar a este profesional como futuro director ejecutivo (Chief executive officer, CEO).

Dicho de otro modo, esto ha llevado a las compañías a contratar la “persona correcta” en vez del “perfil correcto”.

Para dejar huella

Actualmente, un CFO exitoso, como prioridad, debe estar orientado a resultados. Su gestión sobresale cuando:

  • Añade un entendimiento acabado del negocio de la compañía.
  • Es un buen líder del equipo encargado de las finanzas.
  • Se adapta a las necesidades cambiantes de la empresa.
  • Es capaz de influir a grupos de interés (stakeholders) diversos de una empresa como inversionistas o auditores.
  • Su “conciencia comercial” le permite hacer aportes al crecimiento de la compañía mientras mantiene las cifras en orden.

Nuevos desafíos

Un gerente de finanzas probado, capaz y con instinto comercial puede recibir la oportunidad de asumir cargos en que las responsabilidades de administración son más amplias, como gerente general (Chief operating officer, COO) o CEO.

Otras alternativas son optar a un cargo de CFO en una empresa más grande o asumir el rol de consejero.

 

Fuente: Business Grapevine (en inglés)