Ojo, más horas en el trabajo no significa mayor productividad. Y para ser eficaz y eficiente hay que encontrar un equilibrio.

Existen diversas formas de definir a las personas en sus lugares de trabajo. En cualquier firma no es difícil identificar al trabajólico, al estresado, al organizado, al que hace todo a última hora, y así se podría seguir infinitamente clasificando a cada uno de acuerdo a su desempeño laboral. Pero ¿dónde entra aquella persona que, a pesar de parecer siempre ocupado, no logra ser productiva en el trabajo? No se trata de falta de energía, talento ni ganas, pero sí existen muchos factores que aportan a este fenómeno.

No hay que asustarse, si una persona se considera improductiva en el trabajo, más que preocuparse debe ocuparse, y existen algunos tips para hacerlo y tener éxito. Al menos, se pueden aplicar estos cinco consejos para dar el primer paso.

1. Priorizar

Antes de partir en cualquier trabajo, o un nuevo proyecto, es fundamental saber priorizar. No se pueden hacer todas las tareas y, claramente, no todas ponderan lo mismo en importancia. Una manera de priorizar el trabajo es elegir lo que más aporta y lo que, como persona, más gusta hacer.

2. Delegar

Junto con priorizar, es importante saber qué se puede asumir personalmente y qué tareas pueden llevar a cabo cargos inferiores. Tanto reuniones, como correos o actividades que no tengan demasiado valor, es mejor dejarlas de lado en lo personal y derivarlas a otro que esté capacitado. Es normal que, si en un principio, la tarea recae sobre la misma persona es porque la hace bien, en ese momento es cuando hay que tener como opción a otro del equipo para que se encargue de igual manera.


Ser productivo no significa “más horas en el trabajo es igual a más productividad”. Si bien hay personas que al parecer son productivas toda la jornada, la mayor parte de la gente necesita tomarse descansos.


3. Tolerar

No todas las áreas del trabajo son gratas, sin embargo, existen muchas tareas consideradas valorables, pero que quitan tiempo y energía. Simplemente se debe asumir que no es posible apasionarse por cada aspecto del trabajo. Una persona que quiere ser productiva también es capaz de reconocer el hecho de que no se puede ser un experto en todo, que la firma donde se encuentra es una oportunidad de crecimiento y aprendizaje constante. La frustración es el peor enemigo.

4. Dividir las tareas en pequeños pasos

Así como en un proyecto específico se tienen que priorizar tareas, cada día en el trabajo supone una organización de actividades. Separar las tareas en pequeños pasos más sencillos hacen que la persona se concentre mejor y más eficazmente en lo que está haciendo.

5. Breaks durante la jornada

Ser productivo no significa “más horas en el trabajo es igual a más productividad”. Si bien hay personas que al parecer son productivas toda la jornada, la mayor parte de la gente necesita tomarse descansos. Estos breaks no son necesariamente largas vacaciones ni periodos extensos de homerworking. De acuerdo con un estudio de Draugiem Group, las personas más productivas en las empresas trabajan 52 minutos de corrido y se toman 17 de descanso.

Hacerse cargo, organizarse o aprender a decir que no, son mecanismos infalibles y sencillos para aumentar o recuperar la productividad en el trabajo. ¡No esperes que alguien te presione, adelántate a los hechos y hazte cargo!