Durante aproximadamente dos años, Google estudió diversos equipos de trabajo para descubrir cuáles eran los rasgos que tenían en común para ser considerados como sobresalientes. No fue hasta que la investigación exploró en habilidades blandas e intangibles que se pudieron establecer ciertos patrones.
Steve Jobs es quizás uno de los íconos más sobresalientes del éxito empresarial en la actualidad. Si bien los rumores aseguran que el creador de Apple era testarudo, él mismo reconoció que el trabajo en equipo dentro de su compañía era uno de los pilares fundamentales que la llevó a la gloria, según una entrevista rescatada por el canal Empoderando de YouTube.
En aquella oportunidad, Jobs aseguró que la empresa no funciona como una compañía regular conformada por comités, sino que todos en ella forman un gran equipo. Definió a su empresa como el start-up más grande del mundo, en el que periódicamente había espacio para el intercambio de ideas y opiniones. Apple es un gran y efectivo equipo de trabajo, pero ¿en qué radica su éxito? Hay estudios que tienen la respuesta.
Durante aproximadamente dos años, Google estudió diversos equipos de trabajo para descubrir cuáles eran los rasgos que tenían en común para ser considerados eficientes como grupos. El proyecto se llamó Project Aristotle y principalmente buscaba descubrir las razones que llevaban a ciertos equipos a ser exitosos mientras que otros estaban destinados al fracaso.
Al comenzar el estudio, la creencia de que los mejores equipos estaban obligatoriamente compuestos por “los mejores empleados” era predominante, sin embargo, a lo largo de la investigación, los encargados del proyecto cayeron en la cuenta de que estaban absolutamente equivocados.
La idea era encontrar la perfecta mezcla de habilidades y conocimientos detrás de los “super teams”. Pasados dos años, el Project Aristotle había estudiado alrededor de 180 equipos de Google a partir de entrevistas en las que se analizaron más de 250 características diferentes, pero no fue hasta que el equipo comenzó a explorar en habilidades blandas e intangibles que pudieron establecer ciertos patrones.
Fue así como se descubrió, según destaca Inc., que son cinco las características en común para los buenos equipos de trabajo:
1. Confiabilidad
Es muy importante que los miembros de un buen equipo realicen sus tareas y obligaciones a tiempo y asimismo cumplan con las expectativas esperadas.
2. Estructura y claridad
Los mejores equipos tienen las metas claras y trabajan con roles definidos dentro del grupo.
3. Significado
El trabajo, para cada uno de los miembros del equipo, tiene sentido y es motivante.
4. Impacto
Los integrantes de los grupos exitosos piensan que su trabajo es importante y que contribuirá el bien común y mayor.
5. Seguridad sicológica
El ambiente de trabajo, tanto como el de reuniones, es acogedor y permite el intercambio de puntos de vista sin juicios. Es fundamental que cada miembro sienta que no se encuentra bajo una lupa y que tiene libertad para aportar.
No se trata simplemente de ser los mejores ni los más hábiles intelectualmente. Cuando hablamos de un buen trabajo en equipo estamos priorizando otros talentos.