Si bien nadie quiere mostrar su cara más débil al momento de postular a un puesto, actuar con honestidad es la mejor política. Acá te ayudamos con algunos consejos para lidiar con tus anteriores fracasos.

 

Quizás uno de los errores más frecuentes que las personas cometemos en la vida es intentar ocultar nuestros fracasos. No se trata de contarlos a viva voz, sino que de asumirlos y aprender algo de ellos. Tener la capacidad de aprender de los errores y los malos momentos es una gran habilidad, y es cada vez más cotizada en el mercado laboral.

Como “la mentira tiene piernas cortas”, lo recomendable es siempre ir con la verdad por delante, incluso en una entrevista de trabajo, dado que esconder los fracasos solo demuestra una incapacidad para superar las adversidades y sacar provecho de ellas. Así lo explica Bárbara Dal Pozzo, consultora de HK Human Capital:

“El aprender de los errores y ser autocrítico es muy valorado. Enfrentar con la verdad una entrevista es básico. ¡Este mercado es muy chico!”.

Esta actitud respecto de los errores y fracasos además se puede relacionar con las ganas que un ejecutivo tenga de salir de su “zona de confort”. Al respecto, Dal Pozzo comenta que -personalmente- “prefiero perfiles que tomen desafíos, se arriesguen (racionalmente, por supuesto) aunque se equivoquen y de ahí saquen aprendizajes, a los que nunca corren un riesgo”.

Aprender a tomar los errores desde un punto de vista positivo y provechoso no solo será una buena estrategia para comentar al reclutador, ya que también te ayudará a superar futuros desaciertos más adelante. Aprender de los errores, buscar soluciones, pedir ayuda, ser positivo y proactivo son cualidades que te serán útiles en cualquier momento.

Un extremo en el que pueden caer los candidatos es martirizarse por los errores cometidos y vivir en función de los fracasos. Al contrario, el sentido tras esas experiencias es aprender de nuestras fallas para poder seguir adelante.

La consultora de HK Human Capital Marcela Rojas plantea que se debe reconocer los errores “de manera objetiva, pero sin ser demasiado autocrítico”. Una vez asumidos aquellos episodios, agrega, el próximo paso es demostrar cómo fueron superados:

“Ser claro en describir los fracasos, pero enfatizar de qué manera logró salir adelante y solucionarlos, haciendo referencia al manejo de los recursos humanos y materiales”.

Todo el mundo se equivoca, eso es un hecho, pero a veces no todos pueden obtener ganancias de sus propias fallas. Saber cómo actuar y mejorar cada día es lo que hará que te destaques por sobre el resto.