Este mapa personal es clave para tomar una buena decisión al momento de escoger un nuevo trabajo. En él se detallan, por ejemplo, tus objetivos laborales, industrias de interés y hasta la zona geográfica que te resulta interesante.
Es sabido que el currículum es una de las llaves que abren la puerta a una oportunidad laboral. ¿Pero cómo uno puede visualizar el futuro de su carrera o búsqueda de empleo? Si los exploradores y viajeros usan un mapa para arribar a su destino, un profesional debería elaborar una “hoja de ruta” que le ayude a reflejar sus fortalezas, capacidades, industrias que le interesan, etc.
Se trata de un escrito a través del cual una persona se presenta y detalla sus objetivos laborales -por ejemplo, un candidato que se encuentra en un proceso de outplacement y quiere optar a una gerencia de tecnología-, cuáles son las funciones que desea desempeñar y qué industrias, empresas y zona geográfica le resultan interesantes, entre otros.
Leslie Cooper, directora ejecutiva y fundadora de HK Human Capital, explica que la “hoja de ruta” es un documento que “ayuda al profesional a ordenar su trayectoria y así tener claro hacia donde quiere desarrollar su carrera un profesional. El ‘cómo lo muestro’ es el tema, porque uno no puede mandar demasiada información a las empresas o head hunters. Parte de esta información uno la podría poner en el mail en el cual uno adjunta el currículum, o quizás adjuntar el currículum y la ‘hoja de ruta’, de manera que no vaya todo en un solo documento”. De esta manera, el candidato da cuenta de su experiencia pasada y de cómo se proyecta en su futuro laboral.
¿Cuáles son las ventajas de un documento como este? Según Pilar Villarino, socia y consultora de HK Human Capital:
“Es una herramienta que puede ayudar al empleador a conocer el objetivo profesional del candidato, cuáles son las funciones que le resultan preferentes, cuáles son sus competencias más relevantes y qué industrias le interesan, etc. Entonces, el candidato se vende mejor y el empleador cuenta con más información que solo la experiencia laboral pasada”.
Así, esta nueva herramienta se convierte en un apoyo para la búsqueda de trabajo, ya que complementa al currículum y a posibles postulaciones hechas mediante plataformas digitales, especialmente LinkedIn. Respecto de esta red social, Pilar Villarino sostiene que es recomendable que un candidato tenga “muy bien trabajado” su perfil y “tratar de contar concisamente qué es lo que ha hecho, cuáles han sido sus cargos. Si la persona tiene solo su nombre, dónde estudió y el trabajo actual va a costar más que a uno lo llamen o que esa persona aparezca en un research (búsqueda) de Linkedin, dado que entrega muy poca información laboral.
Leslie Cooper agrega que “en LinkedIn es muy importante el uso de las palabras clave. Muchas veces se hacen filtros por palabras, por lo tanto, es importante nuevamente incluir aquellas palabras que son críticas en la función que desempeña”. Villarino pone como ejemplo un gerente con experiencia en algún sistema de planificación de recursos empresariales, como SAP: “Cuando un head hunter busca a esos candidatos en Linkedin hace un filtro con la palabra SAP, estos aparecen y se estudian. A lo mejor, hay profesionales que manejan muy bien este sistema, pero si no lo agregan en su perfil, en esa búsqueda específica no me aparecen. Es una oportunidad perdida”.
El rey
El auge de las redes sociales y las bolsas de trabajo en internet, más la aparición de la “hoja de ruta”, no le quitan al currículum el rol fundamental que tiene en un proceso de contratación y en la búsqueda de trabajo.
Leslie Cooper recuerda:
“Lo importante es que el currículum tiene que estar bien hecho. Tiene que resaltar las ventajas comparativas de la persona de manera que sea un profesional atractivo para la empresa o para la empresa de búsqueda. Si ese currículum es extraordinariamente largo; si ese currículum no expresa logros concretos que sean cuantificables, que sean medibles, no sirve de mucho”.
En el estado actual de la economía chilena, la directora de HK Human Capital comenta que “hay que privilegiar, uno, las competencias que en ese minuto se están valorando, porque de acuerdo con el ciclo económico se valoran distintas competencias. Es decir, en un ciclo económico duro, en que hay poca actividad económica, pasan a primar, por ejemplo, en el área de administración y finanzas, mucho más el tema de control de gestión que el financiamiento de nuevos negocios. Hay que ir también teniendo conciencia de qué es lo que se está valorando en ese momento. Eso implica una actualización del currículum”.
“Además -afima-, si estoy participando en una búsqueda determinada, lo que tengo que resaltar de mi currículum puede ser una cosa u otra. Entonces, lo que destaco, ese logro en particular, tiene que ser asimilable a esa industria o a ese cargo al cual yo estoy postulando. Pero lo que se tiende a hacer es un currículum estándar que dice muy poco y que me diferencia muy poco del otro. Con eso, obviamente, el currículum deja de cumplir el objetivo que tiene de ser una herramienta que te abre la puerta a la oportunidad laboral”.
Tomando en cuenta las particularidades de cada uno de estos recursos, el desafío entonces para un profesional está en alinearlos para, según sea el caso, proyectar su búsqueda de trabajo o carrera.
Cómo hacer tu “hoja de ruta”
Te invitamos a revisar la siguiente infografía: