Si estás a cargo de un grupo de trabajo en la oficina, es probable que ya tengas claro que los enfrentamientos laborales son inevitables. Sin embargo, como no es posible erradicarlos del día a día, desde una posición de liderazgo puedes aprender a manejarlos de una manera efectiva.
La resolución de conflictos es una ocurrencia diaria en el trabajo que puede impulsar o interrumpir el ascenso para un líder, un equipo o toda una organización. El lugar de trabajo puede convertirse en un lugar tóxico cuando gerentes y altos ejecutivos permiten que las discusiones invadan una compañía, en lugar de enfrentarlos directamente. La gestión de conflictos puede ser algo complicado, especialmente cuando no se está familiarizado con el ecosistema más amplio en el que opera el individuo o departamento en particular que crea el problema.
Es importante que los líderes comprendan la necesidad de actuar responsablemente para ser respetados. Dado que el liderazgo no es un concurso de popularidad, sino que es una responsabilidad seria que implica principalmente desarrollar y guiar todo el potencial en las personas, los equipos y la organización en general, una parte importante en el proceso de desarrollo de aquel potencial es saber cómo ver los conflictos y cuándo aprovechar las oportunidades dentro de los mismos.
En la realidad, muchos líderes prefieren evitar la tensión para una apariencia de armonía laboral, sin embargo, esto es solo una imagen. De lo que no se dan cuenta es de que, al evitar las problemáticas, todos juntos están creando, sin saberlo, trastornos internos sin trabajar. Al contrario, se debe esperar que un líder neutralice o minimice los conflictos, no que actúe de manera pasiva de forma que permita que sigan creciendo.
Desafortunadamente, en estos intentos por mantener la paz en el trabajo, los líderes a menudo crean ambientes artificiales y poco confiables. Esto no tiene porqué ser así, ya que hay formas de crear y mantener un buen impulso en el lugar de trabajo, con la participación de los empleados y acciones oportunas.
El tiempo es oro
A menudo las personas creamos conflictos innecesarios. Los líderes que evitan estos problemas a toda costa se arrepentirán más tarde, ya que tarde o temprano el asunto explotará. “El tiempo lo es todo cuando se trata de manejar un conflicto, y el mejor momento para actuar es cuando hay evidencia o prueba de que un empleado tiene un historial de irregularidades que está impactando negativamente en el desempeño de los demás”, asegura el ejecutivo y emprendedor Glenn Llopis en Forbes.com.
Pon límites
“El conflicto puede convertirse en algo mucho más complicado e inmanejable si no se conocen los límites de todos los empleados dentro de una organización”, afirma Llopis. Todas las personas manejan el conflicto de manera diferente, por lo que un ejecutivo deben conocer los riesgos y las recompensas de la resolución dentro de los límites de cada persona en la compañía.
Respeto
Según Llopis, un líder, en lugar de imponer influencia, jerarquía o rango, deben respetar las diferencias únicas en las personas y aprender a ver las cosas desde diferentes puntos de vista, para entender mejor cómo evitar los conflictos en el futuro. La resolución de conflictos rara vez es en blanco y negro. De hecho, cada vez hay más áreas grises a medida que el lugar de trabajo se vuelve más generacional y culturalmente diverso que nunca, es importante estar familiarizado con la realidad.
Confronta
El liderazgo a menudo se trata de hacer las cosas que a la mayoría de las personas no les gusta hacer. La resolución de conflictos es una de esas cosas, pero como líderes, se deben enfrentar las tensiones de todas formas, explica Llopis. El conflicto puede producir un estado emocional que hace que sea más difícil manejarlo, y por lo mismo, hay que hacerles frente en lugar de permitir que se expanden porque no se abordó la adversidad cuando era evidente por primera vez.
Aceptar las decisiones
Muchos de los conflictos en una oficina se generan por roces en cuanto a decisiones tomadas por uno u otro mando. Según un artículo de Art Markman, profesor de psicología y marketing de la Universidad de Texas en Austin (EE. UU.), cuando algo se considera erróneo por cierta porción de la compañía es probable que se desaten las tensiones, pero esto se puede manejar. En vez de molestarse, se deben buscar factores que no se habían considerado con anterioridad o, simplemente, depositar la confianza en la organización.