Para cualquier persona, la idea de ser despedido en medio de un tiempo de apogeo profesional sería desconcertante. Sin embargo, Jeffrey Katzenberg, animador y productor de televisión, tardó sólo ocho días en recuperarse de su salida de Disney al asociarse con pesos pesados de Hollywood.
Cuando a Jeffrey Katzenberg le mostraron la puerta de salida en Disney, donde había dirigido su división de películas durante diez años, el escenario parecía desalentador. Pero en poco más de una semana, su asociación con grandes figuras de Hollywood lo sacó nuevamente a flote. Es más, esta nueva etapa significó todo un éxito. Junto a Steven Spielberg y David Geffen lanzaron DreamWorks, estudio de cine donde produjeron éxitos como “Rescatando al soldado Ryan”, “El náufrago”, “Una mente brillante” y “Shrek”.
Katzenberg explica en un reciente artículo publicado por Stanford Graduate School of Business, que los altibajos en las carreras siempre son buenas oportunidades de superación:
“Cuando te colocan en el lugar equivocado en el momento equivocado, aprendes cosas increíbles sobre la vida, experimentamos momentos de sacrificio y aprendes cómo ser un líder”.
¿Pero por qué el fracaso te puede ayudar a ser mejor líder? A partir de sus propios infortunios laborales, el artículo resume algunos de los consejos de Katzenberg sobre la gestión de una carrera y el desarrollo del talento.
Los movimientos internos son valiosos
El inicio de la carrera de este ejecutivo parece un prólogo al job hopping, la práctica de cambiar de empleo y empresa asociada principalmente a los millennials. Pero en el caso de Katzenberg, los movimientos internos fueron clave. Su primer trabajo en Hollywood fue ser recadero del entonces presidente de Paramount Pictures, Barry Diller, quien sería su mentor y a la larga lo nombró presidente de producción cuando tenía 29 años.
“Y realmente podría hacer el trabajo. Y la única razón por la que podía hacer el trabajo es porque (Diller) se había tomado el tiempo para entrenarme y darme los recursos para funcionar en el trabajo”, recordó Katzenberg.
Suaviza tu imagen
Como director de un estudio, Katzenberg descubrió que para que sea más fácil para los subordinados acercarse, era necesario compartir más con ellos, por ejemplo, en las comidas.
“De repente, la naturaleza relajada de sentarme a la mesa con alguien que venía y traía comida y comer me dio la capacidad de conectarme con la gente de mucho mejor manera de lo que podía hacerlo a través de un escritorio en una oficina, o sentado al otro lado de la mesa. un entrenador”, agrega.
Ten una vida
Al principio de su carrera, Katzenberg estaba tan obsesionado con la ética de trabajo que una vez dijo: “Si no vienes a trabajar el sábado, no te molestes en venir el domingo”. Pero más tarde aprendió que el equilibrio entre el trabajo y su vida personal no era solamente un “pensamiento teórico. Hay un momento en el tiempo en el que realmente debes encontrar aquellas cosas que te hacen completo como ser humano, y luego hacerte mejor en lo que estás haciendo”.
Normaliza el error del equipo
Administrar una empresa con éxito consiste en encontrar buenas ideas y encontrar un gran talento. Así, un gerente necesita crear un entorno donde las personas puedan fallar y tomar riesgos, dice Katzenberg. “Si no permites algún fallo en la ecuación, no vas a permitir que la gente haga cosas que son riesgosas y únicas o que son únicas y originales”, apunta.