El liderazgo es una habilidad que podemos trabajar cotidianamente, y aunque existan diversas oportunidades formales de capacitación, el esfuerzo periódico es fundamental para desarrollarla. Al mismo tiempo, si estamos aspirando a un puesto de líder que aún no desempeñamos, la práctica de competencias que envuelven el liderazgo es todavía más importante.

Un estudio de DDI realizado en febrero de 2018 arrojó que las organizaciones que desarrollan talentos de alto potencial que se desempeñan en sus niveles intermedios tienen 4,2 veces más probabilidades de superar financieramente a las organizaciones que no se basan en una matriz de factores. El desarrollo de líderes y de sus competencias básicas pueden tener entonces un efecto positivo generalizado en toda la organización.

Si una organización es activa y cuenta con capacitaciones y programas de desarrollo completos o, al contrario, adopta un enfoque más pasivo, en realidad, es un poco indiferente. La verdad es que todos los días se tiene la oportunidad de perfeccionar las capacidades de liderazgo. Libby Gill, fundadora de la firma de coaching de liderazgo Libby Gill & Company, y autora de “The Hope-Driven Leader: Harness the Power of Positivity at Work”, aseguró a Fast Company que la práctica cotidiana es aquello que marca la diferencia. Es común que esta realidad se pase por alto, pero lo cierto es que los cambios y estas dinámicas sencillas del día a día pueden repercutir favorablemente en el trabajo de cualquiera.

A continuación, te presentamos cuatro formas de poner en marcha hábitos de liderazgo que te serán útiles, independiente de tu puesto de trabajo.

Toma decisiones intencionadas

Gill recomienda comenzar a tomar decisiones de manera más intencional. Desde las relaciones, las finanzas, la salud o cualquier otra área importante en tu vida, es importante estar atento y tener cuidado con lo que estás haciendo y si estás tomando las mejores decisiones. Al cultivar una mayor atención en la toma de aquellas decisiones y las acciones que normalmente se dan por sentado o simplemente se descartan, la práctica de la intencionalidad te ayudará a desarrollar un potente sentido de ti mismo y tu identidad, lo que, en la práctica, se verá reflejado en el lugar de trabajo.

“Tienes que ser un líder en tu propia vida y eso suena obvio, pero algunos de nosotros simplemente flotamos, mientras que otros que son los verdaderos líderes toman decisiones específicas e intencionales que sirven no solo a nuestros mejores intereses, también a quienes nos rodean”, dice Gill.

Amplía tus redes

Estudios recientes del Boston Consulting Group descubrieron que las empresas que reportan una diversidad superior en sus equipos de administración disfrutaban de ingresos de innovación que eran más altos (45%) que aquellos con diversidad inferior a la media (26%).

Así, Frank Niles, científico social, orador y coach, aconseja tener una red de relaciones más amplia y diversa en todos los aspectos de la vida, ya sea en organizaciones comunitarias o grupos religiosos, la idea es tener contacto con personas diferentes. Estar cerca de personas que tienen experiencias variadas puede ampliar tu pensamiento y proporcionar un mejor entendimiento personal.

Comunicación

Saber escuchar es una habilidad esencial de todo buen líder. “Guarda tus dispositivos electrónicos, míralos a los ojos, asiente, escucha, recibe lo que tienen que decir para que sepan, no solo que los has escuchado, sino que los has entendido”, dice Gill.

La manera en que nos comunicamos y relacionamos afecta considerablemente nuestra carrera. Si bien en las oficinas suele haber un código de conducta, las relaciones personales ofrecen la oportunidad de mejorar la forma en que recibimos, procesamos y retransmitimos la información para obtener el mejor resultado.

Toma las riendas

“Involúcrese con una causa que le interese y levante la mano cuando surja una oportunidad de liderazgo”, dice Niles. No solo se trata de ser líderes en el trabajo, sino que también en otras áreas de nuestras vidas que nos interesen y llamen la atención. Si bien no actuaremos bajo un empleador, el rol de líder en otras organizaciones es igual de importante.

“A menudo hablamos de líderes que tienen un desempeño que viene desde atrás, y eso es absolutamente correcto. Los líderes crean las condiciones para que las personas florezcan”, agrega.

Aprovechar las oportunidades del día a día para mejorar sus habilidades y las del resto siempre será útil y beneficioso, incluso fuera de un programa de capacitación formal.

Así como trabajamos otras competencias como la responsabilidad, la proactividad, etcétera, el liderazgo requiere de práctica, de ser coherentes y constantes en todos los aspectos de nuestra persona.

Fotografía: Foto de Negocios creado por katemangostar