El proceso estratégico y práctico mediante el cual los profesionales del diseño generan conceptos también permite que una organización desarrolle un ambiente en que sus equipos quieran trabajar.
Los empleados son un pilar fundamental para toda compañía, por esto, crear un entorno en el que cada uno pueda sobresalir y en el cual quieran trabajar es clave. Esto va más allá del espacio físico, ya que la cultura de la compañía es la que va a definir cómo las personas se comportarán y sentirán dentro de ella.
Esto implica generar una “experiencia del empleado”, la percepción –ojalá positiva– que este tiene de principio a fin de todo lo que sucede cuando interactúa con su empresa. Es sobre ganarse el corazón y mente de tus empleados. Y según un artículo de HR Trend Institute, para crearla los equipos de recursos humanos “necesitan desarrollar la competencia de design thinking”, y ser capaces de crear la mejor experiencia posible para el empleado. El design thinking viene a ser el proceso estratégico y práctico mediante el cual los profesionales del diseño generan conceptos y dan soluciones reales a las necesidades de los usuarios.
Lo primero es crear confianza al aplicar esta metodología. Para ello, se recomienda empezar de a poco y no partir de inmediato con un programa completo de design thinking. También es aconsejable contratar un facilitador para ayudar con el proceso y aprender desde allí.
Además, hay que familiarizarse con los esenciales del design thinking: fomentar la empatía, co-creación, el aprender haciendo y el pensamiento holístico.
Cuando ya se manejan estos elementos, prosigue el artículo, lo siguiente es instruirse con libros y artículos sobre la materia para poder utilizar autónomamente sus procesos y herramientas. En este sentido, la creación conjunta es crucial. En este etapa, busca entonces personas con ideas afines a la organización y forma un equipo multifuncional para ir desarrollando más habilidades con el tiempo.
Vínculo
La nueva experiencia del empleado se cruza con el design thinking cuando, en primer lugar, se define un enfoque utilizando el ciclo de vida del empleado, ya que no siempre es lineal. Luego, hay que desarrollar equipos multifuncionales que, además de incluir a los integrantes de Recursos Humanos, incorporen a profesionales de todas las áreas bajo criterios de diversidad etárea, experiencia laboral o pericia, entre otros.
Para influir en un cambio significativo y diseñar una mejor experiencia, mapea el viaje del trabajador en tu empresa, y desde ahí diseña la experiencia deseada. Como consecuencia de lo anterior, se deben definir los principales retos para así cerrar la brecha entre el estándar actual y el nuevo.
El paso siguiente, añade HR Trend Institute, es buscar soluciones a las necesidades principales de los empleados, para luego resolver estos desafíos a través de soluciones para experimentar y mejorar.
Finalmente, asegúrate de planificar momentos de evaluación y retroalimentación, y así mejorar continuamente las soluciones.
La automatización, tendencias como el teletrabajo o el hecho de que actualmente conviven hasta cuatro o cinco generaciones en los equipos son algunos de los factores que influyen en lo que tus colaboradores, profesionales y ejecutivos esperan de tu empresa. Al aplicar el design thinking, puedes encontrar un camino que satisfaga las expectativas de los integrantes de tu equipo y así retener y atraer talento valioso.