Reconocer o interpretar el contexto en que se desenvuelve tu empresa o comunicarse de manera convincente son algunas de las destrezas que deberías aprender o desarrollar hoy para enfrentar la automatización.

Si bien las máquinas y la tecnología están permeando casi todo los ámbitos de la vida humana, aún hay rincones que no pueden dominar y quizás nunca lo hagan.

En un artículo publicado en Harvard Business Review, Adam J. Gustein, socio de PwC U.S, y John Sviokla, ejecutivo y ex profesor de marketing de Harvard Business School, repasan las siguientes habilidades que te ayudarán a evitar la automatización de tu trabajo, sin importar lo que depare el futuro.

Comunicación

Las habilidades de comunicación son esenciales para atraer la atención de las personas y hacer que entren en acción. En lugar de solo enumerar datos, los contadores de historias convincentes usan datos blandos y duros. En una comunicación efectiva, la historia y los hechos, la retórica y la ciencia se entrelazan para alistar las emociones de los demás para moverse sobre un tema o una iniciativa. Y aunque se han realizado esfuerzos para crear “autores robots”, la capacidad de comunicarse de manera convincente siempre tendrá una gran demanda y será difícil de automatizar.

Contenido

Si sabes mucho acerca de un dominio, tendrás una base rica para gestionar tu carrera profesional. Además, si aprecias la dinámica de esa materia, tienes algo que las búsquedas en internet simplemente no pueden replicar. Considera también que la reputación de “experto” te podría dar acceso a conocimientos nuevos e información. Una vez más, son aquellos con una combinación de experiencia y la capacidad de hacer avanzar nuevos conocimientos quienes se mantendrán a la vanguardia.

Contexto

Los sistemas automatizados suelen ser muy malos para reconocer el contexto. Comprender el contexto, como el modelo de negocio, la competencia y el liderazgo de un cliente o empleador, hace que tu entendimiento del contenido sea más útil. “Este tipo de comprensión contextual muestra que conoces la dinámica de la posición de una empresa y es muy difícil asimilar, incluso para los mejores”, afirman los autores del artículo.

Competencia emocional

Incluso con las capacidades avanzadas de productos de inteligencia artificial (IA) como Alexa de Amazon, las máquinas son rudimentarias en su capacidad de entender el tenor emocional de las personas. Y, en un nivel más alto, la competencia emocional implica persuadir a los individuos y grupos evocando la emoción, tarea aún más difícil para una máquina.

Enseñar

Las personas son una inversión clave en cualquier organización. En consecuencia, la enseñanza es crucial para garantizar su éxito. Como cualquier inversión, las personas vienen con cierto grado de riesgo. Identificar las brechas y trabajar personalmente con ellos es algo que los robots nunca podrán hacer efectivamente.

Conexiones

Si bien las redes sociales facilitan la creación y el desplazamiento de redes personales, los humanos administran la forma y el tenor de esas conexiones. “Algunas personas –según Gustein y Sviokla– tienen muchas, muchas conexiones, mientras que la mayoría solo tiene un número modesto. Si eres uno de los networkers, entonces estás bien. Si no es así, debes hacerte amigo de uno y aprovechar sus conexiones: la gente generalmente está dispuesta a compartir”.

Ética

Finalmente, las computadoras no están dotadas de ética y juicio moral. Los sistemas que se basan en algoritmos son inadecuados en situaciones que involucran tales juicios. “Cuanto más aprovechemos el talento humano con las máquinas, más importante será contar con líderes que no solo reconozcan, sino que acepten los grandes dilemas morales que enfrentan las organizaciones. El hecho de que el mundo esté cada vez más controlado por máquinas que carecen de una brújula ética amplifica la importancia de tener personas en nuestra futura fuerza laboral que posean fuertes valores morales”.

 

Fotografía: Pxhere.