Tener claras las motivaciones propias para aceptar el cargo, aprender y “jugar” según las reglas tácitas, el networking o una preparación adecuada son algunos consejos que tres directoras compartieron con el blog Knowlegde, de Insead.

Poco a poco, los directorios y las mesas ejecutivas de las empresas se han convertido en oportunidades laborales para las mujeres, dando espacio en lugares casi exclusivos para los hombres. En el blog Knowledge, de Insead, tres ejecutivas compartieron sus consejos para aspirar a cargos directivos no ejecutivos y hacerlo de la mejor manera.

La junta correcta, por las razones correctas

A Henna Inam, una experta en marketing e innovación radicada en Estados Unidos, le solicitaron formar parte del directorio de Engro, un holding de su natal Pakistán. Si bien en un comienzo fue escéptica frente a la propuesta, pensó que debía hacerlo y se arriesgó.

Durante su primera reunión, “fue presentada cálidamente y se la alentó a unirse tan pronto como se sintiera cómoda al hacerlo. Habiendo planeado sentarse y observar, Henna rápidamente notó los puntos de vista fuertes, el debate saludable y el respeto en cada tema abordado. Cuando sintió la voluntad de progresar, en lugar de solo ratificarla, fue fácil para ella sumarse. Lo mejor de todo, se sintió escuchada”, resume el blog de Insead.

A partir de su experiencia, Inam aconseja tener claras las motivaciones propias para incorporarse a un directorio. En su caso, es cautelosa de hacer las cosas “sólo porque están de moda”. En cambio, asumió este nuevo compromiso porque sintió que era enriquecedor tanto para ella como para el directorio.

Reglas tácitas

Marieke Bax, ejecutiva legal y financiera en Holanda, no había considerado ser parte de un directorio por años, hasta que decidió aceptar el desafío. Durante su primera reunión en el comité ejecutivo de Heineken, Bax “se dio cuenta de que había muchas reglas no escritas. Ella había pensado que las decisiones se tomaron en las reuniones, pero pronto descubrió que muchas cosas se resolvieron de antemano”.

Ante esto, decidió jugar según esas reglas. Por ejemplo, comenzó a generar lazos a su manera, dejando de lado los usuales partidos de fútbol o golf, para compartir un café o un almuerzo con los otros integrantes de la mesa y conocerse. La recomendación que entregó a Knowledge fue: “Sé auténtica, pero sé lista. No seas demasiado directa e ingenua”. ¿Un ejemplo de esto último? Tener presente que la política de oficina juega un rol como en cualquier comité.

Un buen comienzo

A medida que se gana experiencia y reconocimiento, es más probable recibir ofertas para un cargo directivo. Marieke Bax sugiere que las mujeres deberían intentar unirse a directorios de instituciones sin fines de lucro, ya que se suele dar el caso de que los integrantes de esas mesas suelen asesorar a grandes empresas. Además, recomienda a las mujeres dar el salto mientras trabajan full-time, ya que ayuda a establecer la credibilidad.

Por otra parte, según Bax, no se trata de aceptar ese tipo de cargos solo porque la invitación llegó fácilmente, por lo que se debe estudiar el ofrecimiento detalladamente.

En cuanto a las apariencias, considera que es un factor que no se puede descuidar: “Ya estamos en una posición especialmente difícil, así que no te perjudiques a tí misma al crear una mala impresión”. Una comunicación directa, a través del lenguaje no verbal, por ejemplo es otro factor que ayuda a fortalecer la posición. “No dudes. No digas ‘creo’ o ‘tal vez’… ¡No pierdas el tiempo, los hombres no lo hacen!”.

Conexiones

Helen Gillies, abogada y miembro de una junta australiana, reconoce que el networking es la mejor manera de alcanzar un directorio, así como una habilidad clave para desarrollarse en esa posición.

Una vez dentro, la primera participación puede ser aterradora. En su caso, el atractivo de asumir esta posición se encontraba en que a ella siempre le gustó desarrollar empresas fuertes. Esto la llevó aterrizar su rol en la mesa. “Como ella cree, los directores no ejecutivos deben cuestionar, convencer, dar perspectivas, pero también aceptar que sus puntos de vista pueden no estar a la altura”, explicó Knowledge.

Preparación

Antes de aceptar un puesto, debes informarte acerca de él y la compañía, añade Helen Gillies. Por ejemplo, haz una visita a la oficina o fábrica. “Trato de conocer a tantas personas como pueda en la empresa. También trato de mantenerme al día con los cursos relevantes y también tengo mentores informales”, dijo a Knowledge.

Esta directora también recalca que ser un director no ejecutivo implica desempeñar un trabajo solitario, por lo que recomienda desarrollar el networking y mantener el contacto con los otros directores. Además, sugiere dejar a un lado las comparaciones con terceros: “La parte más difícil de mi transición fue obtener ese primer rol y luego tener fe en que otros roles seguirían”.

El artículo concluye con que, “con más mujeres en los directorios, hay razones para ser optimistas. Pero el camino hacia la paridad exigirá grandes esfuerzos por parte de todas las partes interesadas: juntas de compañías, políticos y gobiernos, profesionales de búsqueda de recursos humanos y la comunidad ejecutiva, hombres y mujeres por igual. Creemos que un primer paso para el éxito radica en la preparación, la capacitación y el apoyo brindado a todos los futuros titulares. Los programas de inducción adecuados y personalizados suavizarán el viaje para todos los involucrados”.

 

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