“A pesar que el 73,1% nunca había teletrabajado, hoy el 85% cree que su trabajo sí puede hacerse de forma remota y al 68,9% su empleador lo apoya”, según informe realizado por el Magíster en Comunicación Estratégica UC. Entre otros efectos, se destacan que un 73,5% de los encuestados afirmó que ha visto perjudicada su capacidad para “desconectarse”, mientras que un 22,1% aprovechó en otras tareas los tiempos que antes destinaba a los traslados.
“No era teletrabajo: es telepandemia”. Con esa premisa, un estudio del Magíster en Comunicación Estratégica de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica resume la implementación y desarrollo de esta modalidad de trabajo adoptada masivamente en 2020 producto de la pandemia de covid-19.
Para su realización se entrevistó a 750 personas que teletrabajaron durante el año pasado. Las preguntas abordaron tres aristas de esta modalidad: cómo teletrabajan las personas; consecuencias y beneficios; y su repercusión en el futuro.
Experiencia
Más de un 70% de los consultados dijo que aumentaron las horas de trabajo: para un 34,6% “aumentó parcialmente” y para un 33,9% “aumentó considerablemente”. Por otra parte, un 18,6% no reportó cambios en su carga laboral, mientras que un 10,7% afirmó que “disminuyó parcialmente” y para un 3% “disminuyó considerablemente”.
Por otra parte, ante la pregunta “¿Cambiaron los ingresos en tu hogar producto de la pandemia?”, un 42,2% respondió que “no hubo cambios” en los ingresos de su hogar producto de la pandemia. La disminución fue considerable para un 11% y parcial para un 30,4% de los encuestados, mientras que se incrementaron “parcialmente” para un 13,8% y “considerablemente” para un 2,6%.
Esto se ha producido en un contexto en que un 51,3% de los participantes de la investigación respondió que “nunca” había realizado teletrabajo porque “no tenía la posibilidad”, mientras que un 21,8% tampoco había adoptado esta modalidad, aunque “sí tenía la posibilidad”.
“A pesar que el 73,1% nunca había teletrabajado, hoy el 85% cree que su trabajo sí puede hacerse de forma remota y al 68,9% su empleador lo apoya”, detalla el estudio.
Efectos
Entre las consecuencias negativas reveladas por el estudio, se destaca que un 73,5% afirmó que perjudicó su capacidad para desconectarse del trabajo; un 65% dijo que afectó su salud mental; y un 64,4% aseguró que deterioró su salud física.
En cuanto a los beneficios, un 22,1% de los encuestados aprovechó en otras tareas los tiempos que antes destinaba a los traslados; un 16,4% “agradeció la mayor autonomía para gestionar su carga laboral”; un 16,2% calificó como positivo disponer de más tiempo para compartir con quienes conviven; un 41,7% declaró que mejoró su relación de pareja (en comparación, un 27,3% reconoció que empeoró y 31% manifestó que se mantuvo igual); y un 42,9% aseveró que mejoró la relación con su núcleo familiar (para un 20,9% empeoró y para el 36,2% siguió igual).
El estudio destaca que “gran parte de los efectos negativos son más llevaderos en personas con habilidades emocionales mayores y capacidad para organizar su trabajo”.
Después de la pandemia
¿Qué se puede esperar de esta modalidad de trabajo cuando el covid-19 ya no sea una “amenaza”? Por ejemplo, un 80,5% está “de acuerdo o muy de acuerdo” con que “los trabajadores ‘exigirán’ teletrabajar con mayor frecuencia” una vez finalizada la pandemia. Más de dos tercios está “de acuerdo o muy de acuerdo” con que “muchas personas emigrarán hacia regiones o provincias alejadas del lugar de trabajo”.
Otro cambio que gatillará el teletrabajo según los encuestados es que “los horarios laborales se flexibilizarán en función de objetivos y no necesariamente de una ‘jornada’ laboral”: un 68,5% está “de acuerdo o muy de acuerdo” con esta afirmación.
La investigación añade que, con la adopción del teletrabajo, se podrían incubar dos conflictos:
- “Los colaboradores esperan que se normen aspectos centrales, como es el horario y uso regulado de tecnología ya que no confían en el criterio del resto”.
- “Va a ser complejo ponerse de acuerdo en el tema político y de regulación: si la mayoría cree que deben recibir beneficios, pero al mismo tiempo no están dispuestos a asumir costos, es difícil resolver este aspecto sin un conflicto”.
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