Aplica pequeños cambios a tus rutinas para así salir adelante a nivel profesional y personal.

El sentirse abrumado en tiempos complejos, como la pandemia, puede agravarse según cómo se responda a esas situaciones. Para Alice Boyes, autora de un artículo sobre el tema en Harvard Business Review, hay comportamientos que te pueden jugar en contra y que debes tener presentes.

A continuación, te resumimos cuáles son esos cinco errores comunes, cómo puedes solucionarlos y así salir adelante a nivel profesional y personal.

“No tengo tiempo”

Cuando se presentan las dificultades, suelen haber soluciones disponibles que son desechadas porque, por ejemplo, consideras que estás ocupado o no es el momento para aplicarlas. El problema tras esas actitudes es que se espera “para tomar esas medidas hasta un momento más ideal que normalmente nunca llega”. En cambio, Boyles recomienda optar por la mejor opción disponible en el momento.

El costo de no tomar decisiones, según la autora, te lleva a una sensación de impotencia o incompetencia, “rumiar” en los pensamientos y se desaprovecha la oportunidad de poner en práctica las ideas. “Al actuar para ayudarse a sí mismo, obtendrás práctica para encontrar soluciones factibles, sentirás más autoeficacia y obtendrás esos beneficios antes”.

Aprovecha tu inconsciente

Para la autora del artículo, “tu mente inconsciente y errante es una herramienta tan valiosa para resolver problemas y pensamientos creativos como tu mente enfocada. Utilizar tu mente divagante te ayudará a hacer cosas importantes, sin tanta presión para estar concentrado y sin distracciones todo el tiempo, lo que puede ser una expectativa irrazonable”.

No deseches la opción de dejar que estos pensamientos afloren mientras tratas de distraerte de una semana dura en el trabajo. “Intenta identificar las actividades durante las cuales tu mente va a la deriva de manera natural de maneras útiles y resuelve los problemas por ti”. Como ejemplo, la autora citó que, en su caso, algunas de esas actividades son “hacer ejercicio, tomar duchas y descansar al sol”.

Una debilidad

Un efecto de sentirse abrumado es que la autocrítica te puede llevar a percibir lo ocurrido como una flaqueza. A su vez, ello puede impulsarte a procrastinar, tener ansiedad o vergüenza por aquellos sentimientos. Además, “algunas personas reaccionan a esta vergüenza y ansiedad de otras formas. Pueden abordar la tarea con un perfeccionismo adicional, o pueden volverse más reacios a pedir consejos y sugerencias a los demás”.

Para solucionar esto, es importante desarrollar estrategias de autocuidado como conocer cuáles son tus patrones con que te autosaboteas, planificar o pedir ayuda.

Actitudes dominantes

Al sentirte abrumado, el estrés te puede impulsar a no ver lo ocurrido desde otras perspectivas. “Nos volvemos menos flexibles a la hora de adaptarnos a las demandas de la situación y por defecto a nuestras formas dominantes de manejar las cosas”. De esta forma, se le da importancia excesiva a los rasgos personales. Así, por ejemplo, la autosuficiencia te lleva a hacer todo por tu cuenta, o “tener altos estándares puede llevar a ser exigente o perfeccionista”.

En cambio, al sentirse abrumado el consejo es preguntarse si estos rasgos dominantes son los más adecuados para la situación, o si un enfoque diferente se adaptaría mejor a las circunstancias.

Aislamiento

Otro efecto de sentirse abrumado, explica Boyes, es que “probablemente tengas una energía emocional más baja y limitada. Por ejemplo: probablemente le das a tu hijo un gran abrazo y en cambio cuando te siente abrumado, le das un apreton rápido, mientras piensas en otras cosas”. Esto se puede traducir en cambios de ánimo que te impactan negativamente y a quienes te rodean.

“Esto es autosabotaje. Estás perdiendo oportunidades para llenar tu taza emocional cuando más lo necesitas y te arriesgas a que tus seres queridos se den cuenta de las diferencias y se comporten mal para llamar tu atención (por ejemplo, un niño dibujando en una pared o un cónyuge discutiendo sobre algo sin importancia)”.

Para solucionar esto, identifica formas en las que puedes mantener la conexión con esas personas pese a que estés abrumado. Por ejemplo, preocúpate de mantener las rutinas que te permiten compartir con tu familia y un espacio de diversión o descanso para ti.

Al estar consciente de estos cinco patrones de comportamiento, puedes sobrepasar tiempos difíciles y desafiantes no siendo tan duro contigo mismo y los demás. Son patrones de comportamiento completamente normales y no hay que ser tan duro con uno mismo. “Conoce cuales son tus estresores que te hacen recaer en estos comportamientos y haz pequeños cambios fáciles para superarlos”, concluye Boyes.