Los factores que influyen van desde la necesidad del nuevo empleador, tu salida de la empresa que dejas, tus necesidades financieras y personales, recargar tus energías y/o prepararte para el cargo. “Lo importante es pedir lo que necesitas y tener una conversación abierta sobre las soluciones intermedias”, según planteó Rebecca Zucker, coach ejecutiva y socia fundadora de Next Step Partners, en un artículo publicado en Harvard Business Review.

Tener la oportunidad de asumir un empleo nuevo abre la puerta a la posibilidad de tomarse un tiempo, algo especialmente importante luego de que la pandemia ha forzado, por ejemplo, a posponer vacaciones o proyectos personales o familiares. Además, se trata de un tiempo para descansar, de recargar energías para contraer nuevas responsabilidades laborales.

Rebecca Zucker, coach ejecutiva y socia fundadora de Next Step Partners, planteó en un artículo publicado en Harvard Business Review cómo calcular cuánto tiempo puedes tomarte antes de incorporarte a tu nueva empresa y cómo negociarlo.

En primer lugar, explica que “puedes (y debes) negociar absolutamente un tiempo libre antes de comenzar. Las investigaciones sobre la materia muestran que las negociaciones son más exitosas cuando se trata de negociaciones de varios temas, y tu fecha de inicio es una de las muchas variables que están en discusión. Al igual que con cualquier negociación, debes tener una idea clara de lo que es más importante para ti (y la otra parte) y dónde estás dispuesto a dar en un área para recibir más en otra”.

A partir de su experiencia profesional, recalca que si te sientes descansado y en condiciones de iniciar tus nuevas funciones, requerirás menos tiempo, lo que puede abrir la puerta a negociar otros temas. “En mi experiencia, asesorando a cientos de clientes durante dos décadas en negociaciones laborales, un gerente de contratación a menudo pagará con gusto más si eso es lo que cerrará el trato para que puedas comenzar lo antes posible y hacerle la vida más fácil cuanto antes”.

Si este no es tu caso, a continuación te resumimos cuáles son los factores que, según Zucker, debes considerar para negociar el tiempo que necesitas para hacer esta transición en tu carrera.

1. Lo que necesita la empresa

Todo parte por tener en consideración que tu nuevo empleador te quiere sumar porque eres capaz de cubrir una “necesidad clara y presente”.

Si hay mucho por hacer o si la empresa está próxima a cumplir un hito -una apertura a la bolsa, por ejemplo- el consejo es tomarse dos semanas para al menos tener opción para darte un respiro.

2. Tu salida

Desde la perspectiva de la empresa que dejas, preocúpate de avisar con un tiempo prudente para hacer un traspaso ordenado de tus objetivos, tareas y/o proyectos. De esta forma, te aseguras de finalizar ese trabajo en buenos términos. El estándar para realizar un traspaso puede variar según el país o estar determinado por contrato.

Para fijar este plazo, se recomienda que lo discutas una vez que la oferta para tu nuevo trabajo sea oficial, y compatibilizarlo con el tiempo que quieres tomarte antes de asumir tus nuevas responsabilidades. A partir de lo anterior, procura plantear los plazos sobre tu salida e incorporación en semanas y no en una fecha determinada.

3. Tus necesidades financieras

“Las necesidades financieras personales o familiares también son relevantes para determinar cuánto tiempo se toma antes de comenzar su nuevo trabajo”, plantea Zucker. Por otra parte, consulta cuáles son los beneficios que se pueden ver afectados por tu fecha de incorporación. Si son atractivos, puedes incluirlos en tu análisis para luego plantear un “término medio”.

4. Tus necesidades personales

Las necesidades personales también pueden ser puestas en la balanza. Quizás necesites tiempo para visitar a tu familia, someterte a una cirugía o realizar remodelaciones en tu hogar. O si tu nuevo trabajo implica que debas mudarte de ciudad o al extranjero, necesitarás tiempo para, al menos, poner tu propiedad a la venta.

¿Cómo planteas que requieres tiempo para encargarte de estas prioridades? “Necesito algo de tiempo para hacerme cargo de algunas obligaciones familiares. Prefiero tomarme el tiempo para esto antes de unirme a la empresa para no tener distracciones y poder concentrarme completamente en mi nuevo trabajo una vez que empiece”, propone Zucker.

5. Descanso

Para asumir el desafío de incorporarte a una empresa, considera un tiempo para descansar y recargar tus energías. Si no hay una emergencia que debas gestionar cuanto antes en tu nuevo empleo, Zucker recomienda no tener temor en plantear que quieres tomarte un descanso: “Entiendo que hay mucho trabajo por hacer. Es posible que no vuelva a tener esta oportunidad por algún tiempo, y seré mucho más lúcido, creativo y productivo si soy capaz de relajarme por completo antes de sumergirme y dar todo en este trabajo”.

6. Preparación

Para ejecutar las nuevas tareas, en algunos casos puede ser necesario que te prepares y debas leer el nuevo plan estratégico de la empresa, agendar reuniones con tu jefe directo, subordinados y stakeholders, o cumplir con el proceso de inducción. Conversa sobre los plazos involucrados para estos y otros pasos similares.

En este tipo de negociaciones, según Zucker, “lo importante es pedir lo que necesitas y tener una conversación abierta sobre las soluciones intermedias”. Es decir, cómo compatibilizar tu necesidad de tomarte un tiempo con la de que tu nuevo empleador pueda contar contigo. “Además, esta discusión, como cualquier negociación, será indicativa de cómo avanzar tu relación con la empresa”, concluye.