Reinventar una carrera profesional supone a veces adquirir pericia en una nueva materia. Tanto para ejecutivos, trabajadores y empresas, este camino abre la oportunidad para recuperar talentos que, por diversas razones, estaban perdidos o “en pausa”.
Buscar un cambio en la carrera profesional puede llevar a probar algo nuevo y, por qué no, convertirse en experto en un tema nuevo. En esta entrada de nuestro blog, te resumimos cinco consejos de Kellogg Insight, recopilados de investigaciones académicas, para alcanzar dicho objetivo.
Aprender de otros (ojalá de “un verdadero veterano”)
Iniciarse en una nueva materia implica asumir, hasta cierto punto, el rol de aprendiz. Además de practicar y hacer, también está la opción de observar a quienes tienen experiencia. Esta segunda opción, según investigaciones de dos profesores de Kellogg School of Management, Jan Van Mieghem y Itai Gurvich, sí puede ser beneficiosa. “Pero hay un truco: solo es mejor aprender por observación cuando la persona que estás observando es un verdadero veterano.”
Esta hipótesis de Van Mieghem y Gurvich está fundada en el análisis de datos sobre el trabajo de analistas de eBay. Los académicos descubrieron que “aquellos que observaban el código de programadores veteranos tenían una ventaja, pero los analistas que vieron el trabajo de programadores menos experimentados, incluso aquellos con una excelente reputación, tuvieron más dificultades”.
Mentor
La ayuda de un mentor también puede ser clave para desarrollarse como un nuevo experto. En caso de escoger esta opción, Kellogg Insight pone como muestra una investigación de Brian Uzzi. Este académico analizó el trabajo de 37 mil científicos y de sus correspondientes aprendices, y más de un millón de papers escritos entre 1960 y 2017. El hallazgo fue que “los estudiantes que estudiaron con un científico premiado, incluso antes de que ese científico ganara un premio, tenían casi seis veces más probabilidades de convertirse en superestrellas en su campo que los estudiantes igualmente talentosos de los no ganadores”. Es decir, Uzzi descubrió que “estos mentores galardonados” fueron capaces de inculcar un elemento diferenciador a sus aprendices.
Esto se evidenció en que los aprendices más exitosos fueron aquellos que se desempeñaron un área distinta a la de su mentor. “Uzzi cree que estos mentores transmiten conocimientos tácitos: cómo pensar en preguntas de investigación, generar ideas, colaborar, etc.”, agrega Kellogg Insight.
Trabajo monótono
Dado que “la práctica hace al maestro”, es probable que un aspirante a nuevo experto deba sumarse a un sistema de aprendizaje, a través del cual reciba los conocimientos y experiencias acumulados por su maestro. Este, por su parte, se beneficia de tener a alguien a cargo de las tareas básicas, incluso monótonas, sobre cuya base se desarrolla la pericia en un área.
Luis Rayo, profesor de Kellogg, desarrolló un modelo matemático para analizar aquel tipo de entrenamiento. De acuerdo con su hallazgo, “las profesiones donde hay una cantidad considerable de conocimiento para transferir, el modelo predice que tenderá a observar grandes cantidades de trabajo de baja categoría al principio de la relación” entre un “aprendiz” y su “maestro”.
Probar y aprovechar
Iniciado ya el viaje para convertirse en un nuevo experto, es necesario probar las posibilidades de desarrollo que ofrece el nuevo campo. Una investigación de tres profesores de Kellogg ( Dashun Wang, Jillian Chown y Nima Dehmamy) y un doctorado de esa misma escuela (Lu Liu) demostró que los “expertos” pueden alcanzar éxito en su carrera luego de que “primero exploran una gama de opciones creativas y luego explotan una sola opción, mejorando con el tiempo”.
Como ejemplo, el cineasta Peter Jackson dirigió películas de terror, comedia y drama antes de realizar la trilogía de “El Señor de los Anillos”. En el caso del artista estadounidense Jackson Pollock, probó varios estilos antes de que entre 1946 y 1950 se enfocara en su técnica de chorreo, que le significó reconocimiento a escala global.
Citado por Kellogg Insight, Chown, uno de los autores de la investigación, explica que el tránsito desde ser novicio a experto está marcado por “la combinación de exploración seguida de explotación: experimentar en diferentes áreas, aprender diferentes dominios y enfoques, y luego acomodarse y desarrollar ese cuerpo de trabajo de alto impacto.”
Desventajas
“Una vez que te vuelves realmente bueno en algo, pierdes la capacidad de verlo desde la perspectiva de un no experto”, explica el texto de Kellogg Insight. Según el académico Steve Franconeri, se trata de la “maldición de la pericia”. ¿Qué significa esto? “Es la razón por la que un experto que ve un panel o una infografía complejos, por ejemplo, puede leerlos instantáneamente y no darse cuenta de que es una absoluta jerigonza para todos los demás. Entonces, en lugar de confiar en su propio juicio experto sobre si algo que ha producido es sensato para las masas, deberá confiar en otros novatos”.
Otro inconveniente de convertirse en experto es que puede afectar la pasión que motivó a una persona a tomar esa opción para su carrera.
Según los profesores de Kellogg Loran Nordgren y Derek Rucker, “la pericia proporciona una estructura cognitiva y una arquitectura para analizar la información. Esta estructura puede ser útil, por ejemplo, brindándonos criterios similares para usar en las evaluaciones y, por lo tanto, produciendo evaluaciones consistentes que no están cargadas de emoción. Sin embargo, a medida que las personas aplican esta estructura cognitiva, cambia la naturaleza de su experiencia. Por ejemplo, un vino suntuoso ya no es solo un vino para disfrutar, sino para diseccionar, analizar y comparar con otros en cuanto a su calidad”.
Reinventar una carrera profesional supone a veces adquirir pericia en una nueva materia. Tanto para ejecutivos, trabajadores y empresas, este camino abre la oportunidad para recuperar talentos que, por diversas razones, estaban perdidos o “en pausa”.